Bacterias

Las bacterias viven en espacios húmedos y se alimentan de combustible. Cuando viven en el depósito de combustible, los microorganismos se propagan y crecen muy rápidamente y siempre se adhieren a las superficies del depósito. El primer signo de un problema puede ser una baja presión de combustible. Al proteger contra el potencial crecimiento de estas bacteria conocidas como “insectos diésel”, se evitan problemas en el sistema de combustible y se mantiene la calidad y eficacia del combustible. El uso frecuente y la renovación del combustible en nuestros depósitos ayudarán a reducir la propagación de las bacterias, y el uso de un aditivo específico ayudará a mantener limpio el sistema.